A veces
siento que tienes cien mil años.
Y otras
que ni siquiera has soltado tu primer llanto.
A veces
te veo como un alma sabia.
Y otras
que tu ignorancia es tan grande que la arrancaría a
bofetadas.
A veces
pienso que pasas por la vida rozando apenas la
superficie.
Y otras
que hay tanto dentro de ti que ni diez mil
excavadoras llegarían a tu núcleo.
A veces
me tocas delicado como si mi cuerpo no fuera de carne.
Y otras
me tomas como si tuvieras que demostrar tu poder.
A veces
te comportas como si estuvieras con tu mejor amigo.
Y otras
pones la distancia infinita que existe entre hombre
y mujer.
A veces
me retas buscando algo que clave mis rodillas en la
tierra.
Y otras
elevas mis palabras al cielo como si fueran
sagradas.
A veces
te traspaso y te entiendo sin que digas ni una sola
palabra.
Y otras
me pierdo en el único idioma que solo tu conoces.
A veces
ves la vida como si fuera tu admirada maestra.
Y otras
tu dignidad sale del pecho reclamando su sitio.
A veces
en tu deseo de conquista te veo como un guerrero
medieval.
Y otras
pienso que con una simple barca podrías ser el
hombre más feliz del mundo.
A veces
creo que el mundo es tu hogar,
Y otras
que tu hogar todavía no lo has encontrado.
Siempre
tengo la sensación de alguna sorpresa escondida.
tengo la sensación de alguna sorpresa escondida.
Y nunca
dejarás de sorprenderme.
dejarás de sorprenderme.